
Paseo Maristany
La sensación de infinitud que se puede sentir en la montaña se refleja en el majestuoso Paseo de Maristany, un paseo central con una amplia avenida, urbanizado en los años veinte del siglo pasado.
Flanqueado por hileras de árboles a los lados y ligeramente curvado, fue un punto de encuentro del Gobierno de la República al albergar la residencia familiar del presidente Juan Negrín.
Hecho con las mismas medidas y características que el Paseo de Gracia de Barcelona, cuenta con más de 500 árboles, la mayoría de los cuales son hayas, originarias de la época de su construcción. La autoría del proyecto se atribuye al arquitecto Bernadí Martorell.
